viernes, 7 de septiembre de 2018

Luis de Blas, "La Hermandad de las Santas Justa y Rufina hoy, es un homenaje a nuestros antepasados alfareros"

Luís de Blas
Luis de Blas Fernández nació en Alcalá de Henares, donde reside. Está casado y tiene tres hijos. Desde muy joven, viene participando en movimientos literarios y artísticos dentro y fuera de nuestra ciudad. A lo largo de su trayectoria creativa, su obra se reparte en colaboraciones en periódicos, revistas, antologías, pregones, conferencias, recitales poéticos, catálogos de arte, etc. Asimismo, tiene publicados once poemarios. 

Ha realizado estudios de Filología Hispánica y dirigido la Sala de Arte Manolo Revilla, de la Sociedad Cultural Mutual Complutense durante 20 años. Es miembro de la Institución de Estudios Complutenses y durante varios años ha formado parte del Consejo de Redacción de la Revista Anales Complutenses. También, es miembro de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles. Ha sido galardonado en diversos certámenes literarios. 

Pero lo que posiblemente todo el mundo desconoce es su vinculación con la Hermandad de las Santas Justa y Rufina, a la que pertenece prácticamente desde que nació por la vinculación de su familia al gremio de los Alfareros. 

Alcalá Cofrade: En primer lugar agradecerle su atención. Entrando en harina, ¿podría hablarnos sobre su vinculación a la Hermandad de las Santas Justa y Rufina? 

Año 1942. Fiesta de Santa Justa y Rufina.
El niño Luis de Blas con el cetro entre los alfareros
Luis de Blas: Sí, mi relación con la Hermandad viene dada por la tradición heredada de mi familia alfarera, propietaria de uno de los tres alfares que en el siglo pasado elaboraban sus “cacharros” artesanalmente, éste de la familia Blas se encontraba en la calle “empedrá” (Don Juan I) cerca del de la familia Guillén y que junto al de Antonio Blas, de la calle Vaqueras, se dedicaban a la fabricación de utensilios de barro para los más variados usos: barreños,, bebederos de palomas, cántaros, tiestos, pericos, caperuzas para chimeneas, etc. ya para el consumo local como para la comarca y la capital madrileña. 

Y ya debemos decir que todos estos profesionales de la alfarería, tenían como patronas a las Santas Justa y Rufina.

AC: ¿Cómo recuerda la Hermandad de antaño? ¿Cómo se celebraba? 

L. de B.: Lo recuerdo con toda nitidez. Aunque mi ingreso como hermano, junto a mi hijo mayor, data del año 1964, mi primer contacto con la Hermandad es en el año 1942, a mis siete años, cuando representando a mi padre recibo el cetro de hermano mayor, título que se renovaba anualmente atendiendo a la antigüedad del alfarero en la Hermandad. Por aquellos años los tres alfares se encontraban en plena actividad y ese día —el 19 de julio, festividad de las Santas Patronas—era festivo para el colectivo alfarero. Se celebraba con una misa en el Hospitalillo con la presencia del estandarte con las imágenes de las Santas, durante la cual el sacerdote procedía a la bendición y al traspaso, después de un año, del cetro de hermano mayor saliente al entrante. A continuación, ya en la casa del nuevo hermano mayor o en alguno de los alfares, se procedía a “echar las cuentas de la Hermandad”. Era pagar la cuota anual correspondiente y seguidamente se pasaba, según la tradición, a celebrar la fiesta con bollos y limoná.

AC: ¿Porqué tradicionalmente se vinculan las Santas Justa y Rufina al gremio de alfareros? 

L. de B.: Las Santas Justa y Rufina fueron dos hermanas nacidas en Sevilla: Justa en el año 268 y Rufina 270. De familia muy modesta, con firmes convicciones cristianas, desarrollaban su trabajo vendiendo utensilios de barro en el barrio sevillano de Triana. Transcurrían los tiempos de la dominación romana en España y eran perseguidos quienes no renegaban de la fe cristiana. Las jóvenes Justa y Rufina sufrieron persecución y muerte en el año 287, siendo canonizadas por su ejemplar cristianismo , nombrándolas Patronas de Sevilla y del gremio de alfareros y cacharreros.

AC: ¿Cómo es actualmente la Hermandad? ¿Cómo se celebra? 

L. de B.: La Hermandad está compuesta por mujeres, hombres, jóvenes y niños todos ellos descendientes de aquellos antiguos alfareros. En la actualidad, la fiesta se celebra, anualmente, el domingo más próximo al 19 de julio y, como en la antigüedad, con una eucaristía que incluye la ceremonia que efectúa el sacerdote de traspasar el cetro del hermano o hermana saliente al hermano/a mayor entrante. Durante el periodo de su cargo, el cetro que le acredita como hermano/a mayor y el estandarte han de estar bajo su custodia A continuación, en un restaurante cercano a la Parroquia se procede como antaño a ese “echar las cuentas de la Hermandad”. terminando con un generoso ágape —entre vivas a las santas y al hermano/a mayor— en un ambiente de alegría y familiaridad entre los asistentes-

AC: ¿Cómo ve el futuro de la corporación? 

L. de B.: Realmente el futuro de nuestra Hermandad pienso que ha de pasar por el mantenimiento de la tradición como homenaje a nuestros antepasados alfareros. Y en eso estamos porque, año tras año, se va incrementando el colectivo por la costumbre de las familias alfareras de inscribir a los niños. Y abierta está la Hermandad, también, a cuantos se ejercitan en la cerámica y alfarería desde cualquier centro de formación, local, como pueden ser la Mutual Complutense, con cerca de cuarenta años de experiencia en la artesanía del barro y que ha contado con maestros ceramistas como Carlos Chacón, Luis Larribas, Braulio Vivas (Lali), , María José Campos, etc. o el Centro Sociocultural Gilitos. 

AC.: ¿Qué les diferencia , a su juicio, del resto de las Hermandades? 

L. de B.: Sustancialmente nada. Las Cofradías o Hermandades son aquellas que los creyentes están al amparo o bajo la advocación de la Virgen, de Cristo o de algún santo. Como es sabido, se suelen clasificar en: Penitenciales, Sacramentales y de Gloria. Las primeras procesionan en Semana Santa. Las Sacramentales se centran en la adoración del Santísimo Sacramento y las llamadas de Gloria —que puede ser donde mejor se encuadra nuestra hermandad — rinden culto a advocaciones marianas o algún santo. La hermandad de Santa Justa y Rufina es una agrupación gremial que acoge a los alfareros alcalaínos desde muy antiguo. Téngase en cuenta que el segundo Libro de Actas en vigor data del año 1878, ya que el primero se perdió, se puede remontar su creación al siglo XVII. Nuestra hermandad, a nivel local, la veo equiparable a esas otras gremiales que conocemos, tal como la de San Cristóbal, San Antón, San Isidro, Santa Marta…,que anualmente celebran su festividad. 

A.C.: ¿ Porqué no unas imágenes que representen a las Santas y una pequeña procesión alrededor de la parroquia? ¿Se ha pensado alguna vez? 

L. de B.: Creo que ya no es posible por cuanto es un gremio desaparecido, aunque los familiares nos empeñamos en mantener viva la tradición. Es cierto que no existe iconografía en las parroquias alcalaínas sólo, que yo sepa, las imágenes pintadas de nuestro estandarte, bastante deteriorado por el paso de las años y que siempre pensamos en su restauración, algo bastante difícil. 

A.C.: Y para finalizar ¿Porqué la parroquia San José? 

L. de B.: La comunidad salesiana llega a Alcalá sobre 1981 e imparten clases de religión en la Escuela de Maestría Industrial y en colegios como Santo Tomás. En ese año fundan el Centro Juvenil Cisneros que desarrolla una extraordinaria labor con los jóvenes a través de numerosas actividades culturales, recreativas y religiosas. De entonces nos viene a algunos de nosotros una entrañable amistad con los sacerdotes salesianos que, entre otras labores de formación, dirigen la Parroquia de San José. Y desde bastantes años, cariñosamente, nos brindan su ayuda personal y parroquial para la celebración de la eucaristía en nuestra fiesta. Lo cual es un buen momento para expresarles nuestro profundo agradecimiento. 

A.C.: ¿Algo que quiera decirnos antes de acabar con la entrevista? 

L. de B.: Sólo expresarle, en nombre de la Hermandad Santa Justa y Rufina, nuestro reconocimiento por el interés que muestra Alcalá Cofrade en conocer, siquiera resumida, la historia de una de las hermandades más antiguas de Alcalá. Muchas gracias.

A.C.: El agradecimiento en mutuo, esperamos que esta entrevista contribuya a que los cofrades alcalainos conozcan un poco mas como eran y como son las Hermandades de antaño que no por menos numerosas son menos importantes para la tradición y la cultura de Alcalá de Henares.