miércoles, 14 de noviembre de 2018

Joaquín Marchal, la humildad hecha imaginero

Aprovechando su visita a Alcalá de Henares con motivo de la Solemne bendición de su última obra, la imagen de San Diego de Alcalá para la Hermandad de la Resurrección, hemos realizado esta entrevista a D. Joaquín Marchal Orpéz, imaginero de la localidad de Martos en Jaén. 

Alcalá Cofrade: Lo primero darle la enhorabuena por su obra, la imagen de San Diego sin dura ha gustado en Alcalá de Henares. Y entrando en harina ¿Hablenos de cómo empieza en el mundo de la imaginería? 

Joaquín Marchal: Pues a pesar de haber estudiado Bellas Artes en una ciudad tan cofrade e imaginera como Sevilla, fue al regresar de mis estudios de nuevo a Martos cuando me adentré en este mundo de la escultura religiosa, de forma libre y aprendiendo de los muchos libros que tengo sobre el tema. Aún, a pesar de mi edad, soy un aprendiz en esta disciplina escultórica. En Sevilla estuve más volcado con el arte contemporáneo y la música. La imaginería, para cofradías es algo totalmente distinto, pues principalmente se basa en la escultura realizada en el Renacimiento y el Barroco, aunque se han hecho muchas obras en estilos artísticos más modernos, pero ciertamente la que más unción tiene y más llega al fiel devoto, es la basada en las citadas épocas. Hoy en día se está apostando más por el hiperrealismo, pero creo que eso se aleja de lo que es el representar una imagen de la divinidad, la escultura religiosa es una imagen idealizada de aquello intangible, es la representación de un sentimiento idealizado más que de algo terrenal.

                       

A.C.: Sabemos que cultiva otras facetas del arte plástico como son la escultura, pintura, dibujo, restauración, diseño, cartelería, ... etc., aparte de la imaginería, ¿Con cual se queda? 

J.M.: Es difícil decantarse por alguna de las distintas disciplinas artísticas, todas me llenan profundamente…pero como algo fundamental para todo es el dibujo, es la piedra angular de un buen artista. Luego la restauración es algo fundamental para comprender el proceso de elaboración de las esculturas antiguas. El analizar, y restaurar una escultura, ayuda mucho a la comprensión de cómo funcionan los materiales y las técnicas del pasado. Y es muy gratificante el devolver el esplendor perdido a esculturas del pasado. 

Y como arte más elevado, complejo en su elaboración y sublime, es sin duda la escultura, con lo cual me quedo con ella como la disciplina artística que más me gusta, aunque aún me queda un largo camino por aprender. 

A.C.: Centrémonos en su faceta como imaginero ¿Cual fue su primera imagen y donde se encuentra? 

J.M.: Como ya he comentado mi trayectoria artística en el terreno de la imaginería es bastante corta aún, en realidad hago trabajos de imaginería desde hace, relativamente, poco tiempo. Imágenes pequeñas he realizado muchas y me es imposible decir cual sería la primera de este tipo… pero grandes a tamaño natural sólo tengo un Cristo Cautivo para un particular de Higuera de Arjona (Jaén) y ahora san Diego. 

A.C.: ¿Quienes han sido sus maestros? ¿Sigue su modelo? 

J.M.: Mis maestros son los libros, y viendo obras al natural de los grandes artistas de la historia del Arte. Como: Miguel Ángel Buonarroti, Verrocchio, Begarelli, Jean del Cour, Rodin, Pompeyo y León Leoni, Berruguete, Juan de Juni, Gregorio Fernández, José de Mora, Luis Salvador Carmona, Martínez Montañes, Roldan, Mena y un larguísimo etc. En Bellas Artes tuve un magnífico profesor de modelado, Sebastián Santos Calero hijo del gran imaginero Sebastián Santos Rojas, Aprendí muchísimo de él, trabajando incansablemente con modelos del natural. El inculcó en mí el amor por la representación escultórica del cuerpo humano, esa gran obra de arte de Dios, llena de belleza y armonía. 

A.C.: ¿Cual es la mayor meta que quiere alcanzar profesionalmente, la cúspide para ve usted como imaginero? 

J.M.: En el terreno de la imaginería creo que para todo escultor es un reto y una gran prueba de su maestría, el realizar un Cristo Crucificado o una Piedad y también un grupo escultórico de gran complejidad como puede ser un descendimiento de Cristo de la Cruz, la Lanzada… eso son palabras mayores. Algo de esto sería una gran meta, pero aún me veo a años luz de ello, pero bueno lo importante es disfrutar y hacer con cariño y humildad todo lo que se haga, aunque sean esculturas de pequeño formato. 

A.C.: ¿Cuáles son las imágenes que más ha disfrutado en su realización? 

J.M.: Pues ciertamente en todas y cada una de las imágenes que realizo disfruto bastante, aunque siempre voy sin tiempo para poder recrearme y hacerlo como en verdad tengo en mi mente. Disfruto mucho del proceso de trabajo, pues es muy enriquecedor a todos los niveles, pero para hacer una buena escultura requiere mucho tiempo, empezando con los bocetos en dibujo, luego en arcilla, el estudio anatómico con modelos del natural, la realización del modelo definitivo en arcilla, el pasarlo a madera y trabajarla, la policromía… es un proceso muy largo, pero cada parte del mismo es maravillosa. Pero eso, requiere mucho tiempo y acelerar el proceso por la falta de tiempo es algo nefasto para la obra, para el escultor y para el cliente, al fin y al cabo, para la posteridad queda la obra acabada y nadie (o casi nadie) se preguntará cuanto se tardo en realizarla.




A.C.: Todos los imagineros tienen una obra de la que están especialmente orgullosos ¿Cual es la suya y porqué? 

J.M.: yo soy muy puñetero y nunca estoy contento con el resultado final de la obra, siempre le saco algún “pero” y ciertamente no he terminado ninguna obra como la veo en mi mente. Tengo un especial cariño a un San Miguel que realicé muy joven y que conservo aquí en casa… pero aún no ha llegado esa obra en la que me sienta plenamente orgulloso. San Diego me ha gustado bastante y estoy orgullo de esta escultura, sobre todo por mi vinculación con la orden franciscana, ya que fui bautizado en la iglesia de san Francisco de Martos y mi vínculo con esta orden ha sido y es permanente en todos los aspectos de la vida. 
A.C.: ¿En que proyectos se encuentra inmerso actualmente? 

J.M.: Estoy realizando unas imágenes de los cuatro Evangelistas para mi pueblo, para la cofradía del Santo Entierro, un Busto de San José para un convento, y un niño Jesús para Alcorcón. Una Virgen de la Almudena para un particular de Madrid. Y en el terreno de la pintura y restauración llevo también varios trabajos en marcha y proyectos a la vista que espero que salgan. 

A.C.: ¿Sú imaginero preferido de todos los tiempos? ¿Por qué? 

J.M.: Más que imaginero, artista total, para mi el gran artista de todos los tiempos y que admiro profundamente es Miguel Ángel Buonarotti. Es como J.S.Bach para la música, la piedra angular del ARTE. Ha sabido como nadie plasmar en su obra, lo divino que hay en los humanos, y en los dioses ha reflejado su humanidad. Y miles de cosas más podría decir del gran Michelangelo, pero con lo que he dicho resume todo lo demás. Y en el terreno de la escultura de imagineria española mis tres grandes referencias y modelos a seguir son: Gregorio Fernández, Martínez Montañés y José de Mora. 

A.C.: Hablenos de la imagen de San Diego de Alcalá. 

J.M.: La realización de la imagen de san Diego, surgió, como ya he comentado, a través de un buen amigo; Diego Miguel Sánchez Mérida, con el realicé un escudo de San Diego y me dio a conocer a Gregorio Manzanares y a la cofradía de Resurrección y Salud. Es una imagen de vestir, realizada principalmente en madera, de tamaño natural. El santo es representado de forma austera, con una cruz en la mano y un pan en la otra (haciendo alusión así al milagro de los panes y las flores) . El hábito está realizado por las Madres Clarisas del Convento de Santa Clara de Alcaudete (Jaén). De forma fortuita y por un contratiempo se le ha añadido a su representación, junto a la cruz, un ramo de espigas, simbolizando así la Eucaristía. Uniendo la cruz, que es la representación del triunfo de Cristo sobre la muerte y el pecado, junto a las espigas con el lazo rojo que son la forma que tenemos los cristianos de, a través del cuerpo y la sangre de Cristo, haciendo el ritual de la santa cena en cada celebración eucarística conseguir el perdón y la gracia de la vida eterna junto a Nuestro Señor Jesucristo. 

A.C.: ¿Qué representó para usted el encargo de realizar la imagen de San Diego para Alcalá de Henares? ¿Cómo es su relación con la Hermandad de la Resurrección? 

J.M.: Para mi ha sido un gran honor y orgullo el haber recibido el encargo de realizar una imagen de San Diego, para una ciudad tan bella e importante de España. Aún sigo en una nube y creo que es un sueño haber realizado una escultura para Alcalá de Henares. Estoy totalmente agradecido a Diego, el haberme puesto en contacto y haber hablado de mí y mi trabajo a Gregorio. A través de ellos he conocido la Hermandad y la maravillosa gente que la conforma. Ha sido un gran honor el haber trabajado para esta prestigiosa Hermandad.

A.C.: ¿Qué nos puede decir de Alcalá de Henares y de sus cofrades? 

J.M.: Bueno, pues que espero que les guste y despierte la oración y la devoción a la imagen de san Diego que he realizado para una de las más bellas ciudades de España, en esta escultura he puesto mucha ilusión y cariño. Espero que a todos los cofrades de Alcalá de Henares les colme de salud y bendiciones. 

A.C.: ¿Algo que quiera decirnos antes de acabar con la entrevista? 

J.M.: Simplemente agradecer a la cofradía de Resurrección y Salud, a toda la junta directiva y en especial a Gregorio Manzanares el haberme encargado la escultura de este humilde y gran santo franciscano, ha sido para mí un inmenso honor, aún creo que esto ha sido un sueño. Ha sido la primera imagen hecha por mi, que procesiona y la verdad que ha sido muy emotivo. Y también dar las gracias de corazón a Diego Miguel Sánchez Mérida el haberme dado a conocer a esta maravillosa hermandad y mil gracias por toda su gran ayuda y preocupación por que todo salga bien. 

A.C.: Muchas gracias por concedernos esta entrevista y dedicarnos un poco de su preciado tiempo. Le deseamos toda la suerte del mundo en su recién iniciada carrera como imaginero y esperamos verle nuevamente por Alcalá de Henares. 

J.M.: Muchísimas gracias a ustedes, y que san Diego ilumine vuestros caminos y nos haga ser como él, humildes y sencillos y fieles a Dios.